Cuando las luces se apagan,
y dejo de ver tu cara,
cuando la función se acaba,
y ya no queda nada,
siento cierta desazón
cuando baja el telón.
Cuando se acaba esa canción
y dan las luces en el pub,
me gustaría que la noche
volviese a empezar.
Cuando se hace la luz
y marchas a coger tu bus,
querría volver a buscarte a tu casa
para ir otra vez juntos a Malasaña.
Y jugar tú yo de nuevo
como si fuésemos dos niños
a extraños juegos,
después de habernos reencontrado
tras largo tiempo separados
en Groenlandia, en Perú, en el Tíbet, en Japón, en la Isla de Pascua,
en las selvas del Borneo,
o en los cráteres del mar de los anillos de Saturno.
Solamente quedan orquídeas marchitas
en un rincón del pasado,
pues más allá de la muralla
espera el invasor
cuando se acaba la función.
La radio ha dejado de sonar
con su sonido secreto…
El viento sopla donde quiere.
Atención, más obras
Hace 10 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario